Brian Gillespie, una celebridad en el mundo motor, intentó romper una marca de velocidad sobre su auto en el lago seco El Mirage ubicado en el desierto de Mojave en California, pero perdió el control de su coche cuando alcanzaba una velocidad de 305 kilómetros por hora, derrapó, para posteriormente dar incontables vuelcos. A pesar de lo aparatoso del accidente, el piloto resultó con lesiones menores, gracias al buen diseño de su equipo de seguridad. Gillespie ya ha declarado que volverá a intentarlo más adelante, después de revisar todo detalladamente.
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