Autoridades chinas identifican como la responsable de este lamentable acto a una mujer de 22 años quien es la madre del neonato, que arrojó a su bebé en una tubería de un baño público en localidad de Zhejiang en China. Cientos de residentes acuden masivamente al hospital para regalarle ropa y leche al recién nacido, que se recupera satisfactoriamente.
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