Él tendría que comenzar la escuela, aprender a leer y escribir y encontrarse con sus amigos. En cambio, a los 8 años, Ahmed es ya un soldado en el Ejército Libre Sirio. Su imagen, sosteniendo un AK 47 y fumando un cigarrillo, se ha vuelto viral y ha hecho lo que mil palabras nunca podrían hacer - le recordó al mundo la terrible realidad de la guerra civil siria.
Ahmed se convirtió en un niño soldado que vive en una de las calles más letales de la devastada ciudad de Aleppo. "Terminé ayudando a mi tío y sus compañeros porque no tengo otra opción, no hay escuela, mi familia está muerta, ¿qué otra opción tengo? ", dice Ahmed.
La madre de Ahmed, y su padre (quien había estado combatiendo en el Ejército Libre Sirio) murieron en un ataque de mortero en el barrio de Salaheddin. Ahora, el único familiar que tiene Ahmed es su tío, un rebelde que el chico sigue e imita, mientras lucha contra los soldados del gobierno. "Siempre hay algo que hacer aquí, nunca me aburro", dice el niño rebelde. "Los combates se ha calmado mucho desde el año pasado, tuvimos pocos ataques de mortero, pero los francotiradores siguen siendo un gran problema”. "Las armas son pesadas, todavía encuentro difícil dispararlas, sólo puedo hacerlo apoyándola en el suelo", dice. Un informe de Human Rights Watch ha advertido que lo peor es que cientos de niños de los municipios afectados por el conflicto en Siria están siendo entrenados para formar parte en la guerra.
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