El pasado jueves la tierra se abrió bajo la cama en la que Jeremy Bush dormía. Un socavón, de 6 a 9 metros de diámetro, y de 15 a 18 metros de profundidad se tragó a Bush, y no se lo volvió a ver. Las autoridades de Florida han dado por imposible la operación de rescate debido a la inestabilidad del terreno.
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