Taipei, Taiwán: Un jabalí entró en un estacionamiento de la ciudad el pasado domingo y después de olfatear un Volvo 940 que estaba estacionado allí, lo montó durante casi dos horas. Su pasión terminó abruptamente por los dardos tranquilizantes que le aplicaron veterinarios del zoológico local. Los expertos dicen que el coche podría haber llevado cerdas antes y el olor hace que los machos entren en celo.
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