El regatista inglés Alex Thomson, vestido con un impecable traje, se aproxima en una moto de agua a su velero Open 60, que navega escorado radicalmente en las frías aguas de la costa inglesa, Thomson salta sobre la quilla y pasea sobre ella, abrazándose al casco de la embarcación para zambullirse poco después.
El timonel del velero no podía ver ni la moto de agua ni al propio regatista, y sólo tenía las referencias que le iba diciendo un tripulante. Cualquier ráfaga de viento pudo haber afectado la dirección y la velocidad del Open 60, dándole un golpe probablemente mortal de 4 toneladas.
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