Una mujer flotando en una tabla de surf cerca de Santa Cruz, California, casi terminó en el menú del almuerzo de una ballena jorobada el fin de semana. Barb Roettger tenía su cámara rodando cuando dos grandes ballenas salieron de las aguas tranquilas, en medio de un frenesí de alimentación, muy cerca de unas personas que practicaban surf y de un par de kayakistas.
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