El viejo y el mar de 1999 (Premio de la Academia de Cortometraje de Animación)
Al contemplar cualquiera de los miles de fotogramas que conforman las obras de arte animadas de Aleksandr Petrov, uno podría pensar que se encuentra delante de un cuadro de impresionistas como Sorolla o Monet.
Los vivos colores, trazos y luminosidad de sus óleos, junto al exquisito realismo que transmiten gracias a una técnica única, hace que merezcan el calificativo de obra maestra. Pero si de uno en uno los óleos de Petrov son magníficos, es al cobrar vida cuando desprenden toda su magia.
A pesar de haber sido reconocido con un Óscar y otros premios internacionales, Petrov sigue siendo un desconocido para el gran público, como por desgracia siempre ha sido la animación rusa y soviética.
fuente: http://sovietrussia.es/
9 de octubre de 2011
8 de octubre de 2011
Merece un Óscar por la actuación
Una estudiante, crisis de nervios mediante, rompe en llanto porque su pequeño pececito dorado parece estar enfermo. Revolución en la escuela y final inesperado.
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